acusados de participar en el ataque armado y amenazas contra un comandante de Gendarmería en Cauquenes, ocurrido el pasado 5 de abril. Durante el ataque, los agresores dispararon contra la vivienda del oficial, donde también se encontraba su hermana, quien resultó ilesa. Además, dejaron una corona de flores con un mensaje intimidatorio, lo que ha sido interpretado como una amenaza directa al funcionario y sus colegas. Los detenidos, presuntamente vinculados al grupo criminal Tren de Aragua, serán formalizados por homicidio frustrado y amenazas contra funcionario público. En los allanamientos se incautó armamento, fortaleciendo la conexión con esta organización delictiva. Este caso ha generado preocupación por la seguridad de los funcionarios de Gendarmería y sus familias, quienes han recibido nuevas amenazas tras el ataque.
El hecho, ocurrido durante la madrugada, incluyó al menos diez disparos contra el domicilio y la colocación de una corona fúnebre, junto a una carta con amenazas explícitas contra el funcionario y su círculo cercano. El oficial, quien actualmente cumple funciones en el penal Santiago I, no se encontraba en su residencia al momento del atentado. Según informó la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), días antes el comandante habría liderado un operativo de allanamiento de alto impacto, lo que podría tener relación directa con la agresión. Siete de los disparos ingresaron al interior del inmueble. El mensaje dejado por los atacantes no deja lugar a dudas sobre la intención intimidatoria: “Así como estás muerto tú, vamos por tus amigos sapos, tenemos todas las ubicaciones de todos”. La Brigada de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) quedó a cargo de las diligencias, mientras que el Ministerio Público mantiene el caso bajo estricta reserva. Se evalúan todas las hipótesis, incluidas posibles conexiones con el crimen organizado. Este grave episodio vuelve a encender las alertas sobre el avance del narcotráfico y la necesidad de reforzar la seguridad y protección de quienes enfrentan directamente al crimen desde las instituciones públicas.
acusados de participar en el ataque armado y amenazas contra un comandante de Gendarmería en Cauquenes, ocurrido el pasado 5 de abril. Durante el ataque, los agresores dispararon contra la vivienda del oficial, donde también se encontraba su hermana, quien resultó ilesa. Además, dejaron una corona de flores con un mensaje intimidatorio, lo que ha sido interpretado como una amenaza directa al funcionario y sus colegas. Los detenidos, presuntamente vinculados al grupo criminal Tren de Aragua, serán formalizados por homicidio frustrado y amenazas contra funcionario público. En los allanamientos se incautó armamento, fortaleciendo la conexión con esta organización delictiva. Este caso ha generado preocupación por la seguridad de los funcionarios de Gendarmería y sus familias, quienes han recibido nuevas amenazas tras el ataque.
El hecho, ocurrido durante la madrugada, incluyó al menos diez disparos contra el domicilio y la colocación de una corona fúnebre, junto a una carta con amenazas explícitas contra el funcionario y su círculo cercano. El oficial, quien actualmente cumple funciones en el penal Santiago I, no se encontraba en su residencia al momento del atentado. Según informó la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), días antes el comandante habría liderado un operativo de allanamiento de alto impacto, lo que podría tener relación directa con la agresión. Siete de los disparos ingresaron al interior del inmueble. El mensaje dejado por los atacantes no deja lugar a dudas sobre la intención intimidatoria: “Así como estás muerto tú, vamos por tus amigos sapos, tenemos todas las ubicaciones de todos”. La Brigada de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) quedó a cargo de las diligencias, mientras que el Ministerio Público mantiene el caso bajo estricta reserva. Se evalúan todas las hipótesis, incluidas posibles conexiones con el crimen organizado. Este grave episodio vuelve a encender las alertas sobre el avance del narcotráfico y la necesidad de reforzar la seguridad y protección de quienes enfrentan directamente al crimen desde las instituciones públicas.