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En una jornada nocturna llena de intensidad, los Minnesota Timberwolves aseguraron su séptima victoria consecutiva al vencer a los Golden State Warriors por 101-104. Sin embargo, el partido estuvo marcado por un altercado que llevó a la expulsión de tres jugadores clave. 

La tensión se desató cuando aún no se había jugado ni dos minutos del partido, con el marcador en 0-0. Klay Thompson de los Warriors y Jaden McDaniels de los Timberwolves iniciaron una trifulca en la mitad de la cancha. Rápidamente, otros jugadores, incluidos Draymond Green de los Warriors y el francés Rudy Gobert de los Timberwolves, se vieron envueltos en el incidente. 

Los árbitros, al explicar la decisión de expulsar a Thompson y McDaniels, señalaron que estuvieron involucrados en un altercado que no se disolvió inmediatamente, justificando así su expulsión. En cuanto a Green, los árbitros describieron su acción como agresiva, aplicando una llave de cabeza a Gobert y negándose a soltarlo, lo cual cumplía con el estándar para una falta flagrante de tipo 2.A pesar de los esfuerzos de Gobert por separar a los jugadores involucrados, los árbitros no impusieron sanciones en su contra.

Estas expulsiones tuvieron un impacto significativo en los Warriors, quienes ya se enfrentaban a la ausencia de Stephen Curry debido a molestias en la rodilla sin un diagnóstico definitivo. La repentina pérdida de Thompson y Green, los otros dos pilares del histórico trío de los Warriors, complicó aún más las cosas para el equipo.