Demencia digital: nuevo riesgo neurológico en la era de las pantallas
La palabra “demencia” suele relacionarse con adultos mayores y enfermedades como el Alzheimer. Sin embargo, la ciencia advierte sobre un fenómeno emergente
afecta principalmente a niños y adolescentes: la demencia digital.
Este término, acuñado por el neurocientífico alemán Manfred Spitzer, describe el deterioro de funciones cognitivas —memoria, atención, razonamiento y regulación emocional— asociado al uso excesivo de tecnologías digitales, especialmente en edades tempranas.
¿Qué provoca la demencia digital?
Estudios muestran que el uso prolongado de smartphones, computadores y consolas puede alterar zonas del cerebro vinculadas a la memoria y la atención, reducir la materia gris y afectar la integridad de la sustancia blanca. Esto se traduce en:
Problemas de memoria y concentración.
Dificultad para regular emociones.
Baja tolerancia a la frustración.
Comportamientos similares a la adicción.
En niños y adolescentes —cuyo cerebro aún está en desarrollo—, estos cambios pueden retrasar procesos cognitivos y socioafectivos, generando un daño neurológico potencialmente irreversible.
Prevención y recomendaciones
Los especialistas de la Universidad de Talca insisten en la importancia de reducir el tiempo frente a pantallas y fomentar actividades que estimulen el pensamiento, la creatividad y la interacción social.
Supervisar tanto el tiempo como el tipo de contenidos que consumen los niños.
Promover juegos, deportes y actividades familiares.
Los padres deben dar el ejemplo limitando también su propio uso de dispositivos.
Como advierte el académico Alejandro Cataldo:
"Pasarle un teléfono a un niño de dos años es muy riesgoso por los efectos neurológicos que podría tener. Debemos tomar conciencia antes de que sea demasiado tarde".
