San Javier tiene una rica historia relacionada con la producción de vino, que se remonta a 1596. Según cartas publicadas en textos de la época, Jerónimo de Molina arrendó una hacienda que abarcaba lo que hoy es Huaraculén y parte de San Javier. En estas cartas se describe la plantación de nuevas vides, las cuales se sumaron a las ya existentes en el territorio cercano al río Maule. 

Este hecho marca el inicio de una larga tradición vitivinícola en la zona, que ha perdurado hasta nuestros días. Sin duda, San Javier tiene mucho que contar sobre el vino y su importancia en la región.

​La Fiesta del vino de Loncomilla es un evento que toma su nombre de patrimonial porque nació como una forma de rescatar costumbres y tradiciones arraigadas en el corazón del Maule. Esta celebración destaca la riqueza vitivinícola de la comuna, que cuenta con 56 de las 99 cepas existentes en el país. Loncomilla lidera la producción de cepas patrimoniales como País, Torontel, Moscatel de Alejandría y Carignan, lo que la convierte en un importante centro para la preservación y promoción del patrimonio vitivinícola chileno.

​Veinticinco viñas del territorio pondrán sus mejores vinos a disposición de quienes adquieran por $7.000 su copa y 4 ticket para degustar distintos tipos de cepas. Mientras que la recarga de 4 ticket tiene un valor de $5.000.