En la región del Maule, en Chile, un grupo de mujeres audaces y comprometidas desafía cada día uno de los elementos más imponentes y peligrosos de la naturaleza: el fuego. No son solo testigos, sino también combatientes activas en la lucha contra los incendios forestales que afectan estas tierras durante el verano. En este mes de la Mujer, es fundamental resaltar el papel crucial que estas brigadistas forestales desempeñan en la protección del patrimonio natural y las comunidades.
Cada año, cuando las temperaturas aumentan y la sequedad del aire se vuelve palpable, el riesgo de incendios forestales se intensifica en el Maule. Es en estos momentos de crisis cuando estas mujeres valerosas emergen como pilares de fuerza y resiliencia. Desafiando los estereotipos de género arraigados en una sociedad tradicionalmente dominada por hombres en el ámbito forestal, estas brigadistas demuestran con su trabajo duro y dedicación que no hay límites para lo que una mujer puede lograr.
El testimonio de cinco mujeres brigadistas de Conaf Maule, explican la importancia de su presencia dentro de la Institución, quienes, en sus diferentes cargos, cumplen un rol fundamental en el combate de incendios:
Giselle Amaro (18) – brigadista radioperadora administrativa
“Para partir, tengo 18 años, es mi primer trabajo y me sentía muy vulnerable al principio de trabajar en un ambiente, en una institución que es para hombres o es un trabajo de hombres, que siempre se ha visto así y nada como decía al principio, me sentía vulnerable por trabajar con mis compañeros, sentía que no me iba a sentir muy acogida, pero me han acogido super bien, me hacen sentir parte de ellos igual.”
Sandra Apablaza (27) – brigadista de primeros auxilios
“Mi consejo es que se atrevan, si hay mujeres que todavía no se atreven a entrar en estos campos, laborales que quizás lo están pensando, que piensan que pueden ser discriminadas, que se atrevan a hacerlo. Sí, van a haber, no va a ser fácil, van a haber percances en el camino, quizás van a haber personas muchas veces de género masculino, que no van a estar de acuerdo con que nosotras ingresemos en este campo laboral. Van a haber dichos, van a haber rumores, van a haber comentarios, entonces mi consejo es que a pesar de todo eso sigan por sus sueños, sigan poniéndole empeño.”
Caterin Salazar (20) – brigadista radioperadora
“Para mí ser mujer en un conjunto de varias cosas, como valores, aptitudes, entonces difícil definir en muy poco lo que es ser mujer. Pero lo más importante que yo destaco es que uno es aguerrida, es trabajadora, es fuerte, es capaz y fiel a sus principios, entonces, como que ya el hecho de estar acá ya significa romper como estigmas, como de que la mujer es delicada. Y sí, tenemos nuestra parte delicada y femenina. Asimismo, también podemos ser capaces de tener cargos que requieren un poco más de esfuerzo, tanto físicamente y como también lo es mentalmente, ya que estás en un trabajo que, en su mayoría integrado por hombres, entonces eso igual es no es tan común.”
Marcela Parada (45) – Cuidadora de base
“Que lo hagan, que lo hagan porque ahora nosotros podemos salir adelante, aunque de repente los hombres se ponen muy aprehensivos, que uno no haga esto, que otro no haga esto otro, pero uno sí puede. Porque ellos siempre están como diciendo “la mujer es menos” pero los nosotros podemos y podemos salir adelante, así que ahí arriba siempre. La mujer puede así que adelante con todo.”
Lilly Alberrán – brigadista radioperadora
“En este trabajo nos permite a nosotras las mujeres desempeñarnos, demostrar el equilibrio que le podemos dar a este trabajo con nuestro sentido de la inteligencia, del desempeño de nosotras como mujeres, a pesar de que nosotras nos han tildado como personas que no somos fuertes, pero sí nosotras aquí podemos demostrar la fortaleza, la fuerza también que la podemos desarrollar física, que este trabajo lo exige, pero también le damos el toque inteligente e intelectual y hacemos un equilibrio. Diría que el mayor valor sería el equilibrio.”
Sin embargo, su labor va más allá de apagar fuegos. Estas mujeres también son mentoras y modelos para seguir para las generaciones futuras, especialmente para aquellas niñas y jóvenes que sueñan con seguir sus pasos en un campo dominado históricamente por hombres. Al romper barreras y desafiar las expectativas, estas brigadistas forestales están abriendo camino para una mayor igualdad de género en el ámbito laboral y para una gestión más inclusiva y diversa de nuestros recursos naturales.
En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, honramos y celebramos el trabajo incansable de estas mujeres que, con valor y determinación, están protegiendo nuestro patrimonio natural y las comunidades en el Maule. Su compromiso y sacrificio merecen el reconocimiento y la admiración de todos nosotros.
